La industria cinematográfica a menudo nos muestra la belleza y el glamour de las películas, pero detrás de cada escena memorable se esconden historias de sacrificio y dedicación. Jorge Martínez, un reconocido actor cubano, compartió con CubaActores una experiencia impactante en el set de “Últimos Días en La Habana”, que demuestra la pasión y el compromiso que los actores ponen en su profesión.
En una reciente conversación con el actor Jorge Martínez, famoso por su versatilidad y talento en la escena cubana, exploramos el mundo detrás de las cámaras y las experiencias que han marcado su carrera como actor. Al preguntarle si alguna vez había vivido un momento memorable en un set de grabación, Jorge nos llevó a los días de rodaje de la película “Últimos Días en La Habana”, dirigida por Fernando Pérez.
En esta película, Jorge Martínez interpreta a un personaje en una situación límite, Diego, un hombre cubano que está muriendo de SIDA en La Habana. La escena a la que se refiere el actor, una de las más impactantes y memorables de la cinta, ocurre casi al final de la película. Jorge compartió con nosotros los detalles de cómo esta escena se convirtió en una experiencia imborrable.


Jorge Martínez describió la escena en la que su personaje está en un balcón bajo una lluvia intensa, empapado y tratando de morir. A pesar de que el equipo de producción se preocupó por su comodidad y seguridad, la escena implicaba estar empapado durante un tiempo prolongado. La intensidad de la escena y el esfuerzo físico requerido llevaron a Jorge a un punto extremo.
“Estuve ahí, mojándome y empapado. A pesar de que fueron muy cuidadosos al preparar la escena, incluso el agua era caliente. Pero aun así estuve un buen rato mojándome, y el agua no siempre estaba tan caliente”, compartió Jorge.

Sin embargo, lo que hizo que esta experiencia fuera verdaderamente inolvidable fue lo que sucedió después de terminar de rodar la escena. Jorge Martínez había pasado poco tiempo desde que había terminado su convalecencia y una operación de pulmón. La combinación de la exposición al agua fría y el esfuerzo físico le causó un fuerte ataque de asma.
La situación se volvió crítica, al punto que el director Fernando Pérez tomó la decisión de posponer grabaciones para otro día. A pesar de la gravedad de la situación, Jorge no quería que se cancelara la filmación, ya que la escena que debía rodarse era crucial para la trama de la película y, de alguna manera, su dificultad respiratoria real añadió autenticidad a la escena.
“Fernando Pérez me vio en esa condición y decidió llevarme al médico y suspender la filmación de ese día. Yo le dije que no, le propuse ir al hospital, pero que no cancelara nada aún, que yo iba a regresar, pues la escena que tocaba rodar era la escena casi final, donde estoy a punto de morir, y eso me ayudaba”, reveló Jorge.
Después de recibir atención médica y sentirse un poco mejor, Jorge Martínez regresó al set de grabación para completar la escena. Era una escena decisiva en la película, y su actuación reflejó la lucha real que había enfrentado momentos antes.
La pasión y la determinación de Jorge como actor quedaron demostradas en ese momento. Su capacidad para utilizar experiencias personales y desafíos físicos para dar vida a un personaje es un testimonio de su dedicación a la actuación.
La historia de Jorge Martínez en “Últimos Días en La Habana” nos recuerda que el mundo del cine no solo se trata de luces brillantes y glamour en la alfombra roja. Detrás de cada película hay actores que se esfuerzan al máximo, enfrentan desafíos personales y físicos, y se comprometen a crear momentos memorables en la pantalla grande.
La pasión de Jorge Martínez por la actuación y su capacidad para superar obstáculos personales para lograr una actuación auténtica son inspiradoras. Esta experiencia en “Últimos Días en La Habana” es solo un ejemplo de la consagración que los actores ponen en su trabajo para llevarnos a mundos imaginarios y hacernos sentir emociones profundas en la pantalla. Su actuación en esta cinta lo llevó a merecer premios internacionales, como el de Mejor Actor en el Havana Films of New York en 2017, y estuvo nominado en la quinta edición de los Premios Platino del cine iberoamericano a la Mejor Interpretación Masculina, además de recibir el inmenso reconocimiento del público.







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