Ilustraciones: Amilkar Feria Flores
Creo que los actores no somos seres especiales, no somos figuras que debamos ser imitadas, adoradas o veneradas por nuestra profesión, por nuestra manera de expresarnos y mucho menos por nuestro aspecto físico. Somos y debemos ser, seres simples, sensibles; que respetan, valoran y aceptan a cada quien como es, que comprenden la importancia de la tolerancia y la empatía entre todos los humanos.
Los actores no tenemos un único patrón de personalidad por dedicarnos a lo mismo, y es en esa diferencia cuando todo se enriquece. Somos especialistas en comunicación porque eso es lo que hacemos. Nos acercamos a los personajes, no para juzgar sus acciones sino para entenderlos; desde ahí lograr reflexionar nosotros mismo y tener entonces un punto de vista que exponer o defender sobre ciertos conflictos personales, familiares o sociales.
Los actores tenemos una profesión con particularidades propias, como cualquier otra profesión. Pero una de las más complicadas es que nos exponemos constantemente y lo hacemos sin reparo. Desnudamos el alma, el cuerpo, la memoria; los instintos, los miedos, las angustias. Y lo que resulta más complicado de esto es saberlo hacer, cuidar nuestra esencia más pura, poder velar por ella.
Es cierto que el mundo de la actuación es maravilloso y complejo, es un mágico espacio lleno de laberintos y posibilidades por descubrir, por eso siento que tenemos un compromiso, para mí el más valioso de todos: amar y florecer con libertad, a través del arte, a la vida.

Marcela García Olivera, actriz y directora cubana, ha dejado una marca imborrable en el mundo teatral. Formada en la Escuela Nacional de Arte y en el Instituto Superior de Arte, su influencia va más allá de los escenarios. Además de su destacada labor en la Compañía Teatral Hubert de Blanck, donde ha dado vida a diversos personajes en obras de renombre, Marcela también comparte su conocimiento como profesora en el Instituto Superior de Arte. Ahora, al unirse a nuestro equipo en CubaActores, su perspectiva actoral aportará una visión única y novedosa. Con su estilo natural y empático, cautivará a la audiencia y ofrecerá una lectura enriquecedora, especialmente para los amantes de la actuación.
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