La televisión cubana se prepara para el estreno de «El derecho de soñar», una telenovela que rinde homenaje a los cien años de la radio en Cuba. La novela, escrita por Ángel Luis Martínez y Alberto Luberta, quien además comparte la dirección general junto a Ernesto Fiallo, recorre la historia de la radio cubana a través de dos momentos: en el primero, se muestra la época dorada de la radio en 1948, con la emisión de la famosa novela «El derecho de nacer», escrita por Félix B. Caignet. En esta parte de la historia, se exploran temas como la rivalidad entre los magnates de la radio Amado Trinidad y Goar Mestre, y conoceremos un poco más de la vida de la actriz española que tanto aportó al medio en nuestro país, María Valero.
En la segunda parte, la telenovela se traslada a una emisora de radio actual, donde convergen historias inconclusas y secretos del pasado de los personajes. La trama sigue una estructura clásica de telenovela, con el triángulo amoroso como elemento central, pero también se aborda temas actuales de la sociedad cubana.
«El derecho de soñar» es un melodrama completo, con un triángulo amoroso, secretos del pasado, mentiras ocultas y problemas de la sociedad cubana actual, nos comenta su guionista quien además recalca el trabajo de sus asesoras Eunice Peña y Lully Larramendi. Sin dudas, Ángel Luis Martínez y Alberto Luberta han creado una historia matizada con la magia y el encanto de la radio, que atraerá a diversos públicos.
La telenovela captura la esencia de la radio como medio que puede transmitir valores y emociones, y que ha sido fundamental en la vida de muchos cubanos. Así fue el caso de Ángel Luis Martínez que en su niñez, lejana de la capital, fue su única fuente de referentes culturales. Posteriormente, tuvo la oportunidad de convertirse en un radialista y eso lo hizo enamorarse aún más del medio. Al ser llamado para escribir una telenovela dedicada a la radio, no dudó en aceptar el reto y ha creado, junto a Alberto Luberta, una obra que honra a este medio tan importante para la sociedad cubana.
La telenovela próxima a estrenar está conformada por sesenta capítulos de 45 minutos cada uno, los cuales fueron grabados por dos equipos separados pero con una misma intención artística. Esta experiencia, ya probada con éxito por la Casa Productora de Telenovelas se repitió en «El derecho de soñar», producida por Oigres Suárez y con dos directores de fotografía: Jorge Luis Frías y Carlos Talavera.
El proceso de producción de la novela fue un desafío para el equipo técnico y artístico, especialmente por las diferentes épocas que se retratan en la historia. Sin embargo, el director Ernesto Fiallo destaca el trabajo del productor Oigres Suárez y la dedicación de todo el equipo para lograr sacar adelante el proyecto. Lamentablemente, el fallecimiento del actor Rubén Breña, quien formaba parte del elenco, fue un golpe duro para todos los involucrados.
Asimismo, sobre su experiencia junto a Alberto Luberta, Fiallo recalcó: “Lo admiro a él, tanto como director como persona. Es muy alegre, con un gran sentido del humor, al igual que su padre. Fue una experiencia muy bonita haber trabajado con él».
«El derecho de soñar» es un homenaje a la radio y a la sociedad cubana, una forma de recordar la importancia que tiene este medio en la cultura y la historia de Cuba. Esta producción cuenta con un elenco de actores consagrados como Verónica Lynn, Luís Rielo, Iréla Bravo, entre otros, así como jóvenes talentos.
El amplio reparto está conformado además por Yaremis Pérez, quien protagoniza los primeros siete capítulos de la telenovela como María Valero. Los protagonistas de la segunda etapa son los jóvenes Yass Beltrán y Jessica Aguiar. Igualmente forman parte del casting, la excelente actriz Ana Gloria Buduén, quien interpreta a dos personajes al igual que Jorge Martínez.
La telenovela, promete cautivar al público con una historia que combina emoción, drama y romance. «El derecho de soñar» es uno de los estrenos más esperados en la televisión cubana, ya que nos mostrará un poco más de la riqueza cultural de la radio en Cuba y, al mismo tiempo, honra su legado.
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