Iris Pérez, una actriz delante y detrás de cámaras
Iris Pérez, una actriz delante y detrás de cámaras

Iris Pérez, una actriz delante y detrás de cámaras

Por Brenda González Betancourt

Aunque su trayectoria artística empezó por el ballet, a los 17 años observar un ensayo de un grupo de teatro hizo que Iris Pérez se vinculara a la actuación para ejercerla durante su vida. Nacida en Villa Clara, ingresó a la Escuela Nacional de Arte y antes de graduarse integró grupos como “Teatro Oscenibó” y “Pequeño Teatro”.

Puestas en escena como “El Grito”, “Weekend en Bahía”, “La Rueda de Casino”, y otras, han contado con su actuación. Sobre la profesión que escogió expresa: “Ser actriz es una suerte, es como si siguieras siendo la niña que juega toda tu vida. No tiene nada de malo, solo que tienes que estar preparada para unas veces ganarte el personaje y otras perderlo. Siempre recomiendo lo que hago, estudia algo más que también te apasione”.

En 1990 hizo su primera aparición en la pantalla chica cubana, desde entonces ha interpretado personajes en telenovelas como “Las Huérfanas de la Obra Pía”, “Historias de Fuego”, “Tierras de Fuego” y “Violetas de Agua”, así como en programas como “Punto G” y “La sombrilla amarilla”.

Dentro de sus recientes apariciones en la televisión se encuentra “Vuelve a Mirar” dirigida por Ernesto Fiallo y donde da vida a Daisy quien tiene conflictos matrimoniales. A pesar de que algunos actores confiesan que hay papeles que desean volver a hacer y otros no, esto fue lo que dijo Iris al respecto: “Haría todos los personajes de nuevo, estoy segura de que serían diferentes, no sé si mejores”.

A Iris Pérez le gustan los personajes que tengan una historia y conflicto detrás, que no sean esquemáticos, afirma que le costó desprenderse de dos a los cuales encarnó: “En el teatro el personaje de la obra “El grito”, fue una adaptación para mujeres, se llamaba Tania, en la televisión María, del capítulo “La Ruta” en “Tras la huella”.

¿Disminuye el nerviosismo con los años y la experiencia?

“Con los años hay más vivencias por lo tanto más recursos para la construcción del personaje, no obstante, por lo menos yo, siento los mismos nervios de siempre”.

Iris también ha hecho radio en programas como “Los tres mosqueteros” y “Día y hechos”. Cuando le preguntan sobre un momento de su carrera en el que se haya sentido orgullosa, así responde la actriz: “El día que dije: voy a estudiar guion”.

Los primeros dramatizados que escribió fueron para el programa humorístico “Vivir del Cuento”, a lo que siguió capítulos de “Tras la Huella” y otros espacios. En estos momentos se desempeña en un rol que requiere de mucha responsabilidad y profesionalidad.

El largometraje “El Camino” recibe su nombre porque transita por cuentos diferentes, de 10 a 12 minutos cada uno, a lo largo de la historia de Cuba, donde algunos de los personajes se repiten. La producción está a cargo de Omar Alí como director y resulta un trabajo entre Cubavisión, el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos e i4Films. Daniela Alí Pérez es la guionista, mientras que Iris se desempeña como coach de actores.

El filme cuenta con alrededor de 28 profesionales de la actuación de los cuales ocho poseen el rol protagónico: Milton García, Andros Perugorría, Roberto Romero, Abel Molina, Eugenio Torroella, Daniela Leyva, Amalia Gaute y Juannalise Ricardo. Además, cuenta con la actuación de Carlos Busto, Fernando Hechavarría, Patricio Wood, Osvaldo Doimeadiós, Roberto Perdomo, Lola Amores, Miriam Alameda, entre otras figuras.

¿Cómo surge la idea de la realización del largometraje?

“Roly Peña tenía una idea, un proyecto por hacer con unas bases históricas. Él pensó en que eso lo escribiera una guionista que tuviera una visión desde una persona joven y llamó a Daniela nuestra hija. Ella está graduada de la Escuela de Dramaturgia y ya tenía guiones escritos y realizados. La llama, se ponen de acuerdo y cuando le da la idea ella tenía toda libertad de crear algo, podía lo mismo ser un documental, que ser un cuento, cualquier cosa, y entonces ella empieza a hacer una investigación para ver cómo los jóvenes en la historia se van manifestando, las diferentes juventudes.

“A partir de ahí empezó a trabajar en el guion y Roly tenía algo nuevo que hacer o algo que se retomaba y cuando no pudo seguir con el proyecto se lo pasó a Omar. Realmente fue así como llegó Omar al proyecto, y yo, lógicamente, porque como ya se estaba convirtiendo en un proyecto familiar, era como necesitamos que todos estén involucrados”.

¿De qué forma deciden que ocuparía el rol de coach de actores dentro de la producción?

“Él me dijo que como teníamos una visión muy parecida del tema de la interpretación, quería que me involucrara con la dirección de actores para poder enfocarse en lo otro, porque es indiscutible que es una modalidad nueva dentro de la dirección, o sea, Omar ha sido director de televisión toda la vida, de pronto involucrarse en el cine para él era un esfuerzo de aprendizaje nuevo, entonces tenía necesidad de ampliar la mirada e ir más allá en el horizonte a otras especialidades que necesitaba enfocarse más.

“Como la actuación es algo que le resulta mucho más cómodo trabajamos juntos con los actores, pero me lo deja un poco más a mí en el rodaje y todo eso. Fue una idea que vino de la casualidad prácticamente, porque pudo haber sido cualquier cosa, no tenía por qué ser una película”.

Según la actriz cubana, “El Camino” resultó bastante complicado debido a las exigencias por parte de todas las especialidades en la realización, desde el trabajo de fotografía, la ambientación, interpretación, hasta llevar historias diferentes donde los personajes asumen roles con complejidades en siete cuentos que se desarrollan en épocas disímiles.

“Una de las peores cosas y más difíciles de “El Camino” fue haber parado después de diez llamados y retomarla dos años después, recomponer toda la historia para terminarla. Imagínate una historia como esa que tiene tanto trabajo de puesta, de arte, de todo, pararla y retomarla con escenas hechas de una historia que todavía no se ha terminado y completarla dos años después”, expresó.

Al respecto, continuó añadiendo: “Trabajar con actores que tenían escenas que continuaban con otras y esa escena que seguía no se había filmado o antes o después, podía pasar de una manera o de otra, y la continuidad de la emoción, de la interpretación e inclusive de la imagen de los actores. Fue complicado, muy complicado”.

¿Han quedado conformes con el resultado de las grabaciones?

“Estoy convencida que cuando la película se termine y la veamos completa vamos a tener inconformidades, pero, en estos momentos, estamos conformes, porque logramos hacer lo que sentíamos que era necesario y que era posible hacer, lo que soñamos, pienso que pocas cosas se soñaron que no se llegaron a realizar.

“Se hicieron muy poquitas concesiones. Por supuesto, en el futuro, cuando todo eso se monte, van a faltar, vamos a tener necesidad de decir ‘pudiéramos haber hecho esto o aquello’, pero ya eso es para después, para el aprendizaje de todos nosotros de mañana, pero en estos momentos sí estamos satisfechos”.

¿Cómo fue la experiencia en “El Camino” en esta ocasión detrás de cámaras?

“El rol de coach de actores es aprender a trabajar varios personajes, lo que no lo haces tú, lo haces con otros, conocer a los actores, cada uno tiene características diferentes, se desenvuelven de maneras distintas, porque son personalidades distintas. Trabajar con ellos es un gran aprendizaje.

“Para trabajar como coach de actores primero tienes que creer en el estilo interpretativo que deben tener con sus personajes en la historia, pero para eso tienes que saber y estar muy de acuerdo con lo que quiere el director. La facilidad que tenemos nosotros es que, como llevamos tantos años juntos, tenemos ideas muy parecidas sobre cómo debe ser la interpretación, podemos estar equivocados como cualquiera, pero es la que concebimos”.

La compenetración en cuanto a la forma de dirigir a los actores garantizó que Omar e Iris trabajaran en conjunto para asegurar el éxito en el resultado: “(…) después que se hicieron los ensayos estaba de vigía, buscando la manera de que fuera un poco más perfeccionado, buscando un poquito más de rasgos, de características interesantes, pero ya cuando pasamos al proceso de ensayo con los actores tuvimos una ganancia muy grande, ya estaban bastante preparados.

“Cuando estás en el rodaje el coach de actores juega un papel fundamental, porque el director puede desprenderse de esa función y tienes esa responsabilidad solo, de conciliar, llegar donde está el actor, decirle tu idea, irlo ayudando, encaminarlo para que esté todavía mejor de lo que pueda estar”, añadió la actriz cubana Iris Pérez.

¿Volvería a asumir el papel de coach de actores en un nuevo proyecto?

“Sí, volvería a hacerlo, me encantaría de hecho trabajar como coach, creo que es una especialidad muy necesaria que en estos momentos como que no se entiende muy bien, por lo menos en Cuba, pero realmente hace mucha falta, porque, además, también el actor necesita cuidado, protección, alguien que hable por ellos en determinados momentos cuando esté trabajando. (…) pienso que podré y podría hacerlo de nuevo en el futuro, me encantaría volver a hacerlo, supongo que con el tiempo lo haría mejor, fue una muy buena experiencia”.

¿Qué experiencias durante el rodaje puede compartir?

“Experiencias con esta película hay muchas. Cada vez que terminábamos una historia, un cuento pendiente, yo por lo menos, me tenía que esconder para llorar, porque realmente fue muy fuerte, sentir que se terminó una historia de hace dos años y medio. Había historias que tenían dos secuencias pendientes, otra tenía cinco, pero estaba casi terminada, entonces de pronto ir cerrando todos esos ciclos fue bastante emotivo”.

“Hubo días que llovió e invocábamos a Dios, rezábamos mucho, hasta cantábamos- entre risas- hacíamos de todo para que el agua se controlara, porque no tuvimos tanta lluvia, muy poca, una sola vez llovió, pero amenaza de lluvia todo el tiempo- risas- era muy estresante. Estábamos grabando en Managua en un lugar donde cuando llueve se pasan dos y tres días para que el fango se seque, entonces era muy complicado tener que parar. Hacer esta segunda temporada fue estresante porque pensábamos que en cualquier momento podía suceder lo que había pasado antes”.

Una vez que concluyeron con los cuentos que faltaban por terminar llegó el momento de iniciar la etapa de los nuevos: “Cuando empezamos a grabar las nuevas historias, las que estaban pendientes dijimos ‘ahora sí vamos a terminar la película’. Recuerdo el día que hicimos la primera escena de Taberna del cuento de los mambises, ese día brindamos con jugo y con agua.

“Esta etapa de rodaje fue mucho más emocionante que la primera, risas, lágrimas, alegría, pero fue muy bonito todo el trabajo que se hizo en equipo y nos unimos muchísimo más, creo que por lo menos hicimos un trabajo disfrutable y con mucho entusiasmo”.

“El Camino”, un largometraje con guion de Daniela Alí Pérez, dirección de Omar Alí, cuenta con Iris Pérez como coach de actores y recoge pasajes de la historia de Cuba desde las voces de actores jóvenes que dan vida a los héroes de aquellas épocas. Una vez más la cinematografía hará honores a la realidad de la mano de grandes figuras de la escena artística cubana.

Brenda González Betancourt, graduada de Licenciatura en Periodismo en la Universidad de Matanzas y apasionada de la cultura. Ha colaborado con otros medios vinculados al arte y sus manifestaciones.


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