Por: Ashly Medina (Ashly, la novelera de Cuba)
Vivimos tiempos en que las ciudades se visten con banderas arcoíris y las legislaciones aseguran un derecho humano a la dignidad plena de los ciudadanos; sin embargo, aceptar la homosexualidad continúa siendo un proceso social y cultural cargado de estereotipos y tabúes.
En la actual telenovela “El Derecho de Soñar”, nos hemos acercado una vez más a las historias de vida de personajes que son homosexuales, que defienden y asumen su identidad sexual sin ocultarse ni avergonzarse, incluso siendo aceptados por las personas que los rodean.
Michel y Pavel son excelentes seres humanos, buenos trabajadores y con un alto sentido de la amistad.
Pero lo real es que existen televidentes que critican el hecho de que los guionistas hayan abordado esta temática que ya es tan redundante en la televisión nacional; sin embargo, también es frecuente en las producciones extranjeras y no son tan mal vistas.
Sentir atracción por personas del mismo sexo se suele vivir hoy en día con naturalidad, al menos en las sociedades avanzadas, y me parece bien que nuestros personajes lo hagan sin el miedo ni la angustia que suelen sentir algunas personas ante su propia homosexualidad, temiendo desencadenar el rechazo y el desprecio de familiares, amigos y de la sociedad en general.
Hoy escuché a un señor expresarse sobre el tema, decía que ni la novela podía verse porque hay un “par de tipos gays”. Es increíble cómo existen personas que se alarmen más ante dos homosexuales que ante un delincuente como Alejandro o un mafioso como Claudio.
Algo sí me queda claro: ambos personajes viven su vida a plenitud, sin miedo al rechazo en el ámbito familiar, laboral o social, sin el estrés que genera pensar en encajar en unos patrones impuestos por los mismos “hombres” hace miles de años atrás.
Ante tal comentario de aquel hombre de unos 50 años, no pude quedarme callada y para no ser hiriente solo le dije: “La homofobia no se usa, señor”, aún corriendo el riesgo de que pensara cualquier cosa de mí, lo cual expresé con rasgos extraverbales.
Me alegra que, a pesar de los malos entendidos alrededor de Pavel y Michel, que incluso han involucrado a Reinaldo, estos personajes sean de los que han sabido aceptarse como son para poder vivir libremente, sin conflictos internos, aunque seguramente no todas las personas piensen lo mismo.


Amigos, el respeto que seamos capaces de brindar a los demás será probablemente el que recibamos, sea cual sea nuestra condición.
La novela nos invita a comprender que todos tenemos el derecho de “Amar”, aunque Pavel haya sido rechazado por Reinaldo y Michel esté dispuesto a conquistarlo.
Soñar es un derecho de los seres humanos y más aún para quienes han decidido “Soñar” contra viento y marea.
Ashly Medina Martínez, graduada en Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad de Las Villas Martha Abreu, y novelera por excelencia. Con su sólida formación académica y su pasión por las telenovelas, Ashly se une a nuestro equipo en CubaActores para ofrecer sus excelentes comentarios y análisis sobre la telenovela cubana.
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