Por: Ashly Medina (Ashly, la novelera de Cuba)
Cada 31 de octubre, las brujas, vampiros y asesinos en serie invaden las calles de muchas ciudades en diversas partes del mundo, e incluso la magia y el hechizo convierten numerosos hogares en los escenarios ideales para una película de terror. ¡Es Halloween! A pesar de ser una tradición anglosajona, cientos de personas la celebran incorporando un toque de sus propias costumbres y cultura. Los cubanos no han sido ajenos a esta festividad extranjera.
La tradición de Halloween llegó a Cuba hace solo unos años, pero recientemente se ha arraigado en la sociedad, convirtiéndose en una razón más para salir de fiesta o disfrutar en casa con amigos, incluso en medio de las dificultades que atraviesa el país.
Algunas personas con una visión más tradicional de la cubanía y el folklore nacional consideran que celebrar Halloween es una traición a nuestra cultura, mientras que otros con una perspectiva más contemporánea ven esto como una forma de enriquecer y diversificar nuestras tradiciones, en una mezcla que ha caracterizado al pueblo cubano durante décadas.
Entonces, ¿cómo celebrar Halloween en Cuba, donde las limitaciones son evidentes? Hay varias formas. La opción más clásica y económica es disfrutar en familia de un maratón de películas de terror con palomitas de maíz. Para darle un toque especial a la noche, se pueden hacer decoraciones sencillas con papel o incluso tallar una calabaza con una cara malévola, a pesar de su costo en el agro, sabiendo que se podrá reutilizar.
Otra propuesta más animada es ¡Disfrazarse, maquillarse y salir a la calle! Un parque y una bocina son suficientes para que los cubanos organicen una gran fiesta. Imagina todos esos espacios públicos convertidos en pasarelas donde desfilan personajes del cine de terror y la literatura, con un toque de cubanía que añade creatividad a pesar de la falta de disfraces industriales.
La tercera opción, no tan económica pero accesible para algunos, es acudir a los bares privados que están de moda en estos tiempos. En estos lugares se celebran todo tipo de festividades, con decoraciones adecuadas a la fecha y concursos de disfraces que premian a los ganadores con consumiciones especiales para la noche.
Aunque el tradicional “truco o trato” puerta a puerta es más complicado en Cuba, lo interesante es buscar alternativas para celebrar Halloween sin limitarse por cuestiones materiales. Cuba, como otros lugares del mundo, no escapa a las influencias de la cultura extranjera, y en lugar de criticarlas, se puede enriquecer la tradición al cubanizarla, agregando toques propios.
La decisión de sumar una noche de brujas al calendario cubano o enfocarse en preservar las tradiciones locales es subjetiva. La riqueza cultural de Cuba radica en su diversidad, y la incorporación de nuevas tradiciones puede enriquecerla, siempre y cuando se mantenga un equilibrio y se preserve lo que es valioso en la cultura cubana. La manera de abrazar y celebrar estas tradiciones es una elección personal, que cada cubano decide de acuerdo a su propio aprecio por lo auténtico y lo novedoso en la cultura cubana.
Ashly Medina Martínez, graduada en Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad de Las Villas Martha Abreu, y novelera por excelencia. Con su sólida formación académica y su pasión por las telenovelas, Ashly se une a nuestro equipo en CubaActores para ofrecer sus excelentes comentarios y análisis sobre la telenovela cubana.
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